Situación de Aprendizaje: “Punteando el Arca de Noé”.
Objetivo General.
Favorecer la comprensión del mensaje bíblico del Arca de Noé, desarrollando la motricidad fina, la sensibilidad espiritual y el sentido de cuidado y esperanza a través de actividades punteadas y simbólicas.
Edad Recomendada
Niños de 5 a 8 años.
Fundamento Bíblico
Génesis 6–9: La historia de Noé, el diluvio, el pacto de Dios y el arcoíris como símbolo de esperanza.
Para dinamizar la historia surge la figura de "Don Puntin" El punto con alma.
Puntín no es solo un punto gráfico: es el primer gesto consciente, el inicio de toda forma, palabra y camino. En esta actividad, el punto se convierte en símbolo de presencia, de alma, de intención. A través de trazos punteados, los niños conectan con su interior, desarrollan coordinación visomotora y descubren que cada pequeño gesto tiene valor.
Aunque en la tierra de Galilea, hay dos estaciones (invierno y verano, con algunas semanas de primavera) y Jesús no vivió esta estación, nos anima a vivir el otoño como un espacio que invita a la reflexión, al recogimiento y a la contemplación de la belleza de la creación.
En esta situación de aprendizaje vivirás momentos únicos con Él.
Nubi, la nube que abraza es más que un personaje: es una compañera suave y luminosa que guía a los más pequeños en su primer encuentro con Dios, con el amor, y con los valores que nos hacen crecer como personas.
A través de actividades sencillas, lustraciones kawaii y momentos de reflexión adaptados a su edad, los niños y niñas aprenderán que Dios está presente en los gestos cotidianos, en la amistad, en la naturaleza… y también en una nube que abraza con dulzura.
Este material ha sido diseñado para despertar la espiritualidad infantil desde la alegría, el juego y la emoción, respetando su ritmo y su mirada curiosa. Nubi les invita a abrir el corazón, a dar gracias, a pedir con confianza y a descubrir que la fe también puede ser suave como el algodón.
Que este cuadernillo sea un espacio de encuentro, de paz y de sonrisas compartidas. Porque cuando Nubi abraza… también lo hace el Señor.