En la aventura del despertar el alma hay que centrarse en nuestro propio camino siguiendo esa voz interior que nos guía y nos lleva a conocernos a nosotros, nosotras, mismos.
Para aprender a escucharnos, en el tema del autoconocimiento, comenzamos por adentrarnos en un viaje hacia el interior.
Lo primero es trabajar nuestra identidad personal, el conjunto de rasgos, aptitudes carácter, habilidades... que nos hacen ser un ser único y especial, digno de respeto. Si nos conocemos podremos querernos a nosotros mismos, aceptándonos y aceptando y respetando a los otros, otras. Si conseguimos esto cumpliremos el sueño de Jesús de Nazaret de un mundo en paz tratando al otro, otra, como nos gustaría ser tratados o tratadas.
Una parte importante de nuestra identidad es el nombre que tenemos.
Los alumnos y alumnas de sexto de primaria recibieron una sorpresa: descubrieron todo sobre su nombre, incluído la celebración de su santo y su historia. La experiencia fue muy positiva.
Compartieron con los compañeros y compañeras la información.
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